Así es, como si en plenos años sesenta estuviésemos, ha pasado un domingo más. Y digo lo de tiempos pasados porque como en las peliculas de aquella época el día ha oscilado entre la comida familiar y el fútbol. Comida familiar que prestó asgaya aquí en este refugio que hoy hemos tenido aquí contra el frío, compartiendo mantel, menú, charla y sobre todo buenos momentos para guardarlos. Espero que la visitante esté de acuerdo conmigo y haya disfrutado de su estancia en esta mi quinta; pero sobre todo espero que sirva de ejemplo y ánimo al resto de gentes bienvenidas que se resisten a venir. De momento, parece que esta semana igual se multiplica el número de familiares por aquí.
Nos esse quasi nanos, gigantium humeris insidentes, ut possimus plura eis et remotiora videre, non utique proprii visus acumine, aut eminentia corporis, sed quia in altum subvenimur et extollimur magnitudine gigantea.
(Bernardus Carnotensis)
domingo, 21 de noviembre de 2010
PROPRIUM SEXAGINTAE DOMINICUS DIES
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De que repetiremos esas tardes de fútbol no hay duda ninguna, lo que genera más dudas es si por fin veremos a los rivales que nos merecemos o si tendremos que conformarnos con que sea el Urraca el contrario de turno. En fin.
ResponderEliminarYo que nunca veo el tradicional deporte dominical, hoy vi los últimos cinco minutos, y ....!que "desausión"!
ResponderEliminarMi domingo familiar ha sido mu grato sólo me faltó llavar los pasteles de Rialto pero eperire sin duda,El besín del día
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