Nos esse quasi nanos, gigantium humeris insidentes, ut possimus plura eis et remotiora videre, non utique proprii visus acumine, aut eminentia corporis, sed quia in altum subvenimur et extollimur magnitudine gigantea.
(Bernardus Carnotensis)

lunes, 15 de noviembre de 2010

CASTANEA SATIVA (10/XI)

Hoy el día ha estado marcado por el estreno con mi director de tesis y mi maestro. Desde luego, ha dejado su sello indeleble en todos aquellos que no lo conocían y se ha convertido de repente en uno de los favoritos del claustro de muchos de los asistentes. Cosa que no me pilla por sorpresa. Es un honor poderme llamar discípulo de semejante vaca sagrada o pope de lo que me gusta, porque además de ser uno de los nombres más importantes del panorama historiográfico nacional e internacional en lo que a medievalismo se refiere, es una excelentísima persona buena y generosa donde las haya. Y he de decir que tuve la suerte de caerle en gracia hasta el punto de que quiere dirigirme una tesis sobre lo que yo he querido y para eso ha incluso retrasado su jubilación. En el máster somos dos sus discípulos y doctorandos -de dos generaciones diferentes, eso sí- y coincidimos absolutamente en todo lo dicho. Es el vivo ejemplo de esos "gigantis humerum". Eso sí, nunca me olvidaré de a quién le debo realmente todo esto, y saben que es suyo todo lo que consiga -si es que al final suena la flauta- y míos todos los fracasos.
Por lo demás, un día medianamente anodino. De no ser porque a la vuelta de mi lectura bisemanal de microfilms he podido ver un suculento saco de castañes que me han permitido montarme por la noche mi amagüestu particular. La verdad es que, aunque hubiera sido más divertida, como las condenadas tardan en cocer un ratín, se agradece que no tuvieran ya garapieyu. En todo caso, el atracón ha sido grande y quedan para unos cuantos días antes de que los gusanos se manifiesten. En todo caso, por si acaso dormiré con las ventanas abiertas porque en 25 metros cuadrados más vale no hacer experimentos...

1 comentario:

  1. Bien hallado!!. Solo espero que los intestinos hayan soportado el atracon.
    Por aqui no hay castanyeras, aunque solo echo de menos el olor porque comerlas la verdad es que nunca las como. En cambio si hay sidra del duernu, aunque parece que de eso tambien vamos a dejarnos robar la patente: http://www.lne.es/mar-campo/2010/11/15/sidra-asturiana/992912.html

    ResponderEliminar