Nos esse quasi nanos, gigantium humeris insidentes, ut possimus plura eis et remotiora videre, non utique proprii visus acumine, aut eminentia corporis, sed quia in altum subvenimur et extollimur magnitudine gigantea.
(Bernardus Carnotensis)

lunes, 8 de noviembre de 2010

SOLILOQUIUM

Hoy salí de casa a eso de las diez de mañana y ya se cernía sobre mí un cielo terriblemente encapotado, sin sol por ninguna parte y amenazando fuertemente con la lluvia. Parecía que Madrid quería despedirse de mí, pero nada más lejos de la realidad. Posiblemente, más que eso quería anunciar lo que pasaría el resto del viaje y es que en toda la mañana en el tren -500 km, que se dice pronto- no se ha levantado en ningún momento esa capota de nubes y más de una vez ha descargado. Y, como no podía ser menos, al llegar a la corte me ha recibido con el paraguas en mano porque parece ser que, oficialmente, ya llegó el otoño (¿o es el invierno ya?). 
En todo caso, puede que haya sido uno de mis últimos viajes en Alvia dado que parece ser que desde Fomento creen que hacen más falta en la ruta a Valencia. Así que, el siguiente viaje igual le damos más tiempo para que don Lorenzo se muestre.
El resultado, en definitiva, de vuelta a casa un tanto solo y ya echando de menos lo que hay que echar de menos. Se acabó esta rara semana de vacaciones y de nuevo nos sumergimos en el apasionante máster. Hoy, con cuatro horas de documentos y mañana parece que otro tanto porque, al menos a mí, me espera mañana de microfilms...

1 comentario:

  1. Los mass media, para variar, andan metiendo miedo al personal, y el nivel de intranquilidad es directamente proporcional a la distancia a la que uno se encuentra. Por lo visto parece que el mar va a llegar a la calle Uria, asi que ten preparado bote y flotador.

    ResponderEliminar