
Y es que esa ha sido la actividad del día. Una apasionante tarde compartiendo las miradas entre el Oviedo romano y medieval en el ordenador para la universidad y el Oviedo contemporáneo desde la ventana. Bien es cierto que ha sido un día con todo tipo de tiempo, bien podría haber sido hoy the windy city porque soplaba que daba gusto, pero también orvalló, hizo sol, nubes... en definitiva, Oviedo es Vivaldi.
Y eso es todo lo que se puede contar hoy, un día por otro lado histórico por las dos décadas desde la Wiedervereinigung, pero también porque aunque parezca mentira hoy se hizo el último pago de la deuda contraída en aquel vagón de tren en Versalles -que el hombre del bigotito hábilmente voló- 92 años atrás.
Esperemos que la próxima semana proporcione más aventuras que contar o, si no, alguna "fechoría".
Inicio estos contactos que dentro de 100 años llegarán a convertirme en una moderna blogera. Hasta entonces tendré que practicar todos los días. Mañana contaré alguna novedad.
ResponderEliminarBesín.
No es fácil encontrar lo extraordinario entre lo ordinario, pero a veces se consigue, aunque no siempre.
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ResponderEliminarPues entre las conexiones de la Ciudad Eterna...mente caótica y mi gran habilidad y experiencia, se ha borrado la estupidez que había escrito antes, así que voy a poner otra.
ResponderEliminarYa se ve que yo tendré que practicar al menos 101 años para convertirme en un moderno blogero. Especialmente aqui.
De todas formas, lo intentaré, aunque me encuentre la página llena de frases lapidarias (o sea, escritas en latín). Aquí hay muchas.
Abraccissimo
Me alegro de que las buenas ideas se contagien y multipliquen yo seguiré a los dos y a los que se añadan;me gusta el inicio.Hoy no sé si estoy mas cerca de la muy Noble,por proximidad o de la Ciudad del Viento po el vendaval pero saludo al nuevo bloguero y animo a los seguidores a repartirse.El besin del día.
ResponderEliminarSon,como quien dice, frases "latinarias"...
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