Nos esse quasi nanos, gigantium humeris insidentes, ut possimus plura eis et remotiora videre, non utique proprii visus acumine, aut eminentia corporis, sed quia in altum subvenimur et extollimur magnitudine gigantea.
(Bernardus Carnotensis)

martes, 7 de diciembre de 2010

CONSTITUTIO FASTI

Parece ser que había posibilidades de que extrañase la Corte de acogida en la excursión a la Villa, por lo que me traje algún recuerdo. Esta vez no han sido unos moscovitas de Rialto, unas teresicas de La Mallorquina, unos merengues de (y con) fresa de Camilo de Blas o unos bombones de Peñalba. Parece más bien que ha sido algún tipo de virus que se debió meter en la maleta por eso de vivir al lado del próximo HUCA -Hospital Universitario Central de Asturias, para los foriatos-, pero que sólo afecta a los menores de 22 años. Cosas de la magia o la medicina, porque resulta que anoche se pusieron de acuerdo mis tres hermanos en copar los baños con una vomitona constante y el consecuente insomnio que, unido a la debilidad de apenas haber tomado un puñado de arroz en todo el día, les han hecho pasarse el día entre sábanas.
A cierta hora de somnolencia postdeglucional, a eso de las cinco, la casa parecía un ala más del HUCA, con un paciente en cada cuarto y una sala de espera en el salón con un par de señores leyendo el periódico. Tan sólo faltaba una música tranquila de sala de espea y alguien con bata blanca. Pero las únicas batas que se han visto han sido la rosa, la verde y la color chicle de frambuesa de mis hermanos. 
Por lo demás, cena prestosa con visita incluida del tío barbudo, conversando del maravilloso mundo del tabaco en que poco a poco nos vamos haciendo todos expertos pese a no quedar más que un par de fumadores en la familia. Lástima que semejante sapiencia estanquera no se transmita también al ciberespacio, porque creo que habría que hacerle hacer un máster para conseguir que se metiera en este blog -o en el blog amigo- y dejar alguna que otra notita. Es que los tiempos adelantan que es una barbaridad.

4 comentarios:

  1. Nada que salga de la Mallorquina puede ser malo!! jajajaja

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  2. Ya tendrás tiempo y ocasión de comprobarlo en persona. Y aunque estoy de acuerdo contigo, creo que has cometido el clásico error madrilano: la Mallorquina no es la Menorquina, está en la calle Milicias en Oviedo y no en la calle Mayor de Madrid... Pero se te perdona porque aún -y resalto eñ aún- no has aparecido por allí.

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  3. Esto es como el chiste aquel... yo soy de aquí, de Madrid!.Tiene narices, porque además hace dos días que estuve en la Menorquina jajajajaja Bueno, en todo caso estaba en lo cierto, no era de la Menorquina (la que yo pensaba Mallorquina pero se quedó en balear)lo que os hizo daño jajajaja. El aún es cierto, lo malo son cuadrar los horarios de todos, que cada día está más dificil. El viernes podemos hablarlo en la cena de después (a ver si se animan Argantonia y Complemento Directo y también vienen) Nos vemos!!

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  4. Supongo que a estas alturas los enfermos habrán dejado de estarlo, por cierto, mirando esa foto se me ocurre preguntar ¿de verdad hay algún obrero trabajando en ese hospital?

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