Nos esse quasi nanos, gigantium humeris insidentes, ut possimus plura eis et remotiora videre, non utique proprii visus acumine, aut eminentia corporis, sed quia in altum subvenimur et extollimur magnitudine gigantea.
(Bernardus Carnotensis)

jueves, 2 de diciembre de 2010

BARCINONAE DIES (29/XI)

Hoy el día ha sido de todo menos interesante. Una mañana gris y lóbrega que me he pasado delante del ordenador repitiendo una y otra vez el rollo de un trabajo que tenía que exponer esta tarde pasando las diapositivas del pogüerpoin (muy poco de mi gusto, por cierto, con muchísimo testo y apenas un par de imágenes) sobre la llegada del ínclito Carlos I y V de Alemania a este terruño en las palabras de un flamenco bastante chovinista. 
Y eso fue todo lo que me entretuvo por la mañana y en las primeras horas de clase, junto a las exposiciones de otros compañeros míos: la medievalización de la Eneida virgiliana en los cantares de gesta franceses, la novela de caballerías y la revolución militar, las relaciones entre Iglesia y judíos en Castilla según los Milagros de Nuestra Señora y los espacios de interior en la lírica medieval. Como se ve, somos lo que el mundo ahora llama genéricamente friquis.
Pero no menos friquis que los que camino a casa de una amiga me iba encontrando por la calle y en los bares, dispuestos a contemplar el acontecimiento del día con las camisetas puestas a pesar del gris que hace estos días por aquí. He de decir que yo también iba a verlo y lo he visto, junto a otros nueve amigos y calentitos en casa disfrutando de la fastuosa cena que nuestra anfitriona (tan barcelonista como odiadora profesional de Mou y el C3PO ése, en lo que me recordaba a cierta hermana mía) preparó para la ocasión. Y como uno se crió en la Villa castellana, tenía el sambenito colgado de madridista (algo que no soy desde mi más tierna e inconsciente infancia). Y vaya día para volver a ser "merengue". Al final, menos mal que no me importaba, como si la moneda caía de canto. En todo caso, mis congratulaciones al CdR (éstas siglas son mucho mejores), que aunque sea trasatlánticamente lo habrá vivido con gozo y no cabrá en sí de él.

1 comentario:

  1. Como bien dices no quepo en mi. Gracias a los milagros del interne disfrute del baile en directo, y es que la distancia, igual que hace con los malos, tambien intensifica los buenos momentos.

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