Nos esse quasi nanos, gigantium humeris insidentes, ut possimus plura eis et remotiora videre, non utique proprii visus acumine, aut eminentia corporis, sed quia in altum subvenimur et extollimur magnitudine gigantea.
(Bernardus Carnotensis)

jueves, 2 de diciembre de 2010

ADVENTUM (1/XII)

Canónicamente empezó el domingo, pero eso no suele estar previsto de un año para otro y es verdaderamente hoy cuando lo inauguramos de verdad. Terminado el mes de difuntos, ya he conseguido lo necesario para empezarlo con buen pie, porque que uno esté solo y no tenga con quien pelearse por las ventanitas no disminuye la gracia. La tradición es la tradición, y desde que tengo uso de razón lo vengo haciendo cuando llegan estas fechas y tengo previsto hacerlo así hasta que lo pierda. Este año, por desgracia, no tengo quien me lo compre como sí tuve hace dos años que estuve aquí y toqué también a uno para mí solo. Pero no pasa nada, porque detrás de cada ventanita hay también un recuerdo para ella.
Por eso este año he tenido que revolver un poco y darme vueltas por ahí buscando uno para mí. Y he tenido que entrar en no pocas tiendas, porque la cosa parece que no se lleva mucho. Ni siquiera en ese paraíso de la amalgama que son los chinos tenían. Al final, he podido encontrarlo, y ahí lo podéis ver, flamante y ya estrenado. Reconozco que no es precisamente un cuadro de Murillo o una escultura de Salcillo, pero aún así no deja de tener su gracia. En el fondo tiene lo importante, porque me negaba a comprar uno de esos con Miqui Maus como una versión estilizada del gordo de colorado ése; o peor aún, otros tenían a Spiderman y al culebrón descafeinado ese del Patito Feo. Además, aunque prefiero los que tienen dibujos detrás de la ventanita, he de decir que la chocolatina de éste no está mal del todo. 
Así que ya veis. ¡Hoy he abierto la primera ventanita del calendario de Adviento!

3 comentarios:

  1. Acabo de decidir que voy a recorrer esta ciudad hasta encontrar uno parecido para colgar en nuestra nevera.

    ResponderEliminar
  2. Realmente, hoy es de los días que me dejas sin nada que decir. Se me pone un nudo en la garganta, al leerlo.
    Un abrazo

    ResponderEliminar